Reflexiones sobre el curso: Hacia una educación ecosocial transformadora
A lo largo de
este curso, hemos recorrido un camino que ha entrelazado teoría, práctica y
reflexión, diseñado para confrontar las crisis ambientales y sociales desde una
perspectiva educativa transformadora. A continuación, comparto mi recorrido
personal, resaltando lo que más me ha impactado, servido y generado dudas,
junto con algunas preguntas que nos han interpelado en este proceso.
Educación para la sostenibilidad y el enfoque ecosocial
El concepto de
educación ecosocial fue clave en las primeras sesiones, destacando la
interdependencia y ecodependencia de las personas y la naturaleza como ejes
fundamentales. La idea de una sostenibilidad fuerte, que prioriza la
preservación del capital natural sobre el crecimiento económico, me hizo
reflexionar sobre las contradicciones inherentes en los sistemas actuales. En
relación con esta cuestión, me surgió la siguiente duda: ¿es viable implementar
el concepto de decrecimiento en contextos educativos donde se fomenta el
progreso económico como principal medida de éxito?
Este enfoque
me ayudó a entender de forma clara cómo el pensamiento crítico y la acción
transformadora deben ser el centro de cualquier propuesta educativa que aspire
a un cambio sistémico.
Somos Amazonía: Conflictos y esperanzas
La sesión
dedicada a la Amazonía fue profundamente impactante, gracias a traer a personas
implicadas en el territorio y que conocen estas vivencias de primera mano. Me
ha gustado mucho que, durante todo el curso, se haya dado espacio a las
protagonistas de las situaciones a tomar la palabra y presentarnos dichas
realidades.
Las narrativas
presentadas, como la del iceberg que ilustra las estructuras de explotación
capitalista, mostraron la necesidad urgente de poner la justicia social y
ambiental en el centro de nuestras acciones. Me conmovieron los testimonios de
mujeres indígenas que lideran luchas contra el extractivismo, enfrentando
violencia múltiple mientras defienden sus territorios y promueven el Buen
Vivir.
Esta sesión me
llevó a cuestionar cómo conectar nuestras realidades locales con los conflictos
globales. ¿De qué manera podemos construir una solidaridad efectiva con las
comunidades amazónicas desde nuestro rol como educadores y estudiantes? También
me interpeló la afirmación de Lily Calderón: "Todo está conectado. Lo que
pasa en América Latina, tarde o temprano, va a impactar en este mundo".
Propuestas ecosociales desde la Amazonía
En línea con
la sesión anterior, estas iniciativas educativas amazónicas me inspiraron
enormemente. La integración del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) para
abordar problemáticas como la deforestación o la pérdida de biodiversidad es un
ejemplo brillante de cómo teoría y acción pueden unirse para generar impacto
real. Además, el involucramiento de comunidades enteras en estas iniciativas
refuerza la importancia de la reciprocidad y la acción colectiva.
Sin embargo,
también me planteé preguntas sobre la sostenibilidad de estas propuestas: ¿Cómo
garantizar la continuidad de los proyectos ante la dependencia de recursos
externos? ¿Es posible replicar estas experiencias en contextos urbanos o
industrializados?
La experiencia de FUHEM
El modelo de
educación ecosocial de FUHEM destacó por su énfasis en la participación activa
y la construcción colectiva del conocimiento. Conceptos como "escuelas del
cuidado" y metodologías participativas como las tertulias dialógicas y el
Aprendizaje-Servicio muestran que es posible transformar los entornos
educativos y, a la vez, generar impacto en las comunidades.
Me resultó
especialmente revelador el enfoque de justicia restaurativa que promueve FUHEM.
En un mundo marcado por conflictos, este modelo ofrece una vía para fomentar
relaciones más equitativas y democráticas en las escuelas.
Protagonista: el alumnado
La sesión
final fue un recordatorio poderoso de que el futuro no está escrito y que las
personas, a través de la educación, tienen el potencial de transformar el
mundo. Aunque se presentaron datos desesperanzadores, me pareció muy importante
la puntualización de que lo importante es utilizar las herramientas a nuestro
alcance para educar a las personas para que sean capaces de transformar el
mundo. La conexión con conceptos como el Antropoceno y el impacto humano en el
planeta nos llevó a reflexionar sobre cómo una transición educativa es esencial
para enfrentar los desafíos globales.
Conclusión: Un compromiso colectivo
Este curso no
solo me ha brindado herramientas teóricas y prácticas, sino que también ha
despertado en mí un compromiso renovado con la justicia ecosocial. La frase que
dijo en la primera sesión una compañera "La ecología sin la parte social
es simplemente jardinería" resuena ahora como un llamado a la acción
integral. Hemos aprendido que no hay soluciones fáciles ni universales, pero la
educación puede y debe ser el primer paso hacia el cambio.
Termino con
una reflexión inspirada en Paulo Freire: "Educar es un acto de amor y
coraje que transforma tanto al educador como al educando". Sigamos
educando para transformar, conscientes de que las alternativas están abiertas y
las respuestas aún por escribir.